Un grupo empresarial pretende hacerse con los amarres del Club Náutico Ibiza

La constructora Copasa avala la inversión de 11 millones y el grupo canario Santana Cazorla podría estar detrás del proyecto. Los promotores del Club Deportivo 12 Millas denuncian el estado de las instalaciones

El Club Náutico de Ibiza tiene un competidor con un potente músculo empresarial que trata de arrebatarle la concesión de sus instalaciones durante los próximos 30 años. Se trata del Club Deportivo Básico Doce Millas, una entidad sin ánimo de lucro constituida el pasado 17 de junio solo para presentarse a la concurrencia de proyectos convocada por la Autoridad Portuaria de Balears, que cuenta con el aval económico de la constructora gallega Copasa S.A, según consta en la documentación de su propuesta, y podría tener también el apoyo del potente grupo canario Santana Cazorla. El domicilio social del club está en Madrid y sus promotores no tienen ningún vínculo con Ibiza.

Con una inversión de 11 millones de euros, su proyecto, denominado Club Náutico 12 Millas Ibiza, contempla derribar todas las instalaciones actuales y levantar una nueva sede social, con piscina y restaurante, que debe ser «un referente». Un pantalán central de 133 metros, por el que circularían vehículos y conectaría con un local de capitanía, vertebraría los muelles en los que se amarrarían hasta 267 embarcaciones (30 menos que ahora) de 6 a 15 metros de eslora. También se prevé una escuela de vela, una zona varadero y una marina seca.

El presidente del Club Deportivo 12 Millas, Juan Ignacio Jiménez-Casquet, un ingeniero de Caminos y empresario de puertos deportivos, reconoció ayer que cuenta con «el respaldo de varios grupos inversores privados» españoles que no quiso identificar, pero que «actuarían puntualmente si se necesita financiación». Por ley, un club náutico no puede generar beneficios empresariales y, en en el caso de producirse, estos deben revertir en acciones sociales.

Según Jiménez-Casquet, los inversores que están detrás de su propuesta «han dado su apoyo incondicional sin pedir ninguna contraprestación» a cambio. «Esa es la realidad», subrayó. «Si un grupo privado tiene que aportar financiación, al igual que un banco, la contraprestación es la devolución del capital con intereses. Solo van a participar si es necesario y la comercialización no es suficiente para sacar adelante el proyecto. Pero tener un grupo solvente detrás da realismo al proyecto», agregó.

Por su parte, en calidad de «socio» y portavoz del Club Deportivo 12 Millas, Javier Enríquez, responsable de un estudio de ingeniería con experiencia en la tramitación de proyectos de puertos en toda España, explicó que los posibles beneficios del club revertirían en «la sociedad», con «un programa de actividades solidarias», como una escuela de vela adaptada, entre otras cosas.

El portavoz señaló que es «prematuro» avanzar el precio que tendrían los amarres si prospera su propuesta, aunque dijo que se tendrá como «referencia y se cuidará especialmente a los actuales amarristas». «Ninguno, si quiere, se va a quedar sin amarre. Ellos han sido fieles con unas instalaciones y a nuestro entender han sido maltratados. Nosotros queremos contar con su confianza. En nuestra lista de ocupación tendrán un tratamiento especial», que no concretó. El presidente de la entidad promotora puntualizó, no obstante, que «la tarifa dependerá de la infraestructura que se haga». «No es lo mismo una tarifa en el estado actual de las instalaciones que una nueva con cierto confort para los usuarios», matizó.

Ataque a los actuales gestores
Enríquez cargó con dureza contra los actuales gestores del Club Náutico Ibiza, a los que calificó de «incapacitados» para mantener la gestión de las instalaciones, debido a su estado de «deterioro», con «muelles destrozados y bloques semisumergidos» que suponen «un peligro para los usuarios y socios del club». «No entendemos cómo se ha permitido que unas instalaciones públicas se hayan abandonado de esta forma», recalcó.

También justificó el interés en optar a la concesión pese a que no pueda dar beneficios: «Cuando te dedicas al mundo de la náutica, si sale una oportunidad en Ibiza la tienes que coger».