Los varaderos tienen una actividad frenética de ‘ITV’, con embarcaciones que van desde un yate de propiedad rusa a chárters de Baleares o barcos humanitarios internacionales
Poner a punto un barco para el verano tiene lista de espera en Castellón, de hasta mes y medio, con una actividad frenética en los varaderos que dan servicio no solo a particulares de la provincia sino también a extranjeros y a clientes de otros puertos base.
Es el caso del Real Club Náutico de Castelló –con charters de Baleares en hibernaje en la capital de la Plana, donde se les pondrá a punto–. O en la Marina Burriananova, cuyo servicio técnico recibe incluso barcos de extranjeros –como alguno ruso– procedentes de la de València, «donde no tienen varadero propio». O también el Club Náutic de Vinaròs, con clientes madrileños y aragoneses con flota amarrada con la que prevén navegar por ocio este verano y que ya están llamando para pedir ponerla a punto, aunque hasta ahora ni siquiera han podido desplazarse a la zona, por el cierre perimetral.
Gestores de clubs náuticos, marinas y varaderos constatan puse un alza de la demanda de ITV de embarcaciones de recreo y otras comerciales de más eslora, con una ocupación de amarres que ronda el 75%, y planes de expansión para aprovechar la demanda «escandalosa» de puesta a punto de cara a este verano, que recobra niveles de hace dos, previos a la situación anómala por el covid-19. [Ampliar noticia en elperiodicomediterraneo.com]